El cambio climático amenaza la integridad de las estatuas de la Isla de Pascua
La Isla de Pascua puede definirse como uno de los lugares más increíbles del planeta, un paraíso natural en el que se encuentran algunos de las esculturas más curiosas jamás descubiertas por el hombre. Todo el mundo reconoce fácilmente cualquiera de los famosos rostros esculpidos por los antepasados polinesios. Una isla, también conocida como Rapa Nui, en la que las esculturas han visto amenazada su integridad debido a una cuestión inegable: el cambio climático. La acción de los seres humanos y los gases de efecto invernadero están consiguiendo que la subida del nivel del mar pueda causar daños irreparables en estas estatuas históricas. Te lo contamos.
Una pérdida irreparable
El planeta Tierra se muere. todos lo sabemos, el cambio climático es una realidad y amenaza, no solo a la población, sino a los vestigios de antiguas civilizaciones que se han convertido en toda una maravilla a nivel arqueológico. En este caso hablamos de las conocidas estatuas de la Isla de Pascua, unas estructuras que han convertido a este territorio en uno de los lugares más misteriosos del planeta y que ahora se ven amenazadas por la incipiente subida del nivel del mar. Al menos eso aseguran desde The New York Times con un informe que prevé malos tiempos para la famosa isla.
Según los datos de la investigación, en el año 2.100, las aguas aumentarán hasta un máximo de dos metros respecto a la situación actual. Esta claro, la Isla de Pascua no va a desaparecer de la faz de la Tierra a causa de la subida de los mares, sin embargo, las estatuas que han hecho famosa a la isla pueden verse gravemente afectadas a causa de la erosión. Las zonas costeras ya se están viendo perjudicadas por un incremento del nivel del mar que está perjudicando seriamente a los más de 6.000 habitantes autóctonos que habitan en la isla. Así como la pérdida de algunos restos valiosos que han sido engullidos por el mar durante los últimos años.
El verdadero peligro de este tema reside en que la mayoría de las estatuas de piedra gigantes están ubicadas a escasos metros de la costa, por lo que pueden verse seriamente perjudicadas ante una subida de dos metros. Cabe destacar que en ningún momento van a ser engullidas por el mar, sin embargo, la acción de la erosión puede acabar con la perdurabilidad de unas esculturas que no tienen precio tangible en el mercado.
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